Cuando hablamos de internacionalización, de llevar nuestra lucha a otros territorios y conquistar nuevos mercados, debemos considerar nuestras posibilidades. En muchos casos nos encontramos con que no disponemos de los recursos ni la experiencia suficiente como para emprender la aventura por nuestra propia cuenta. La solución es encontrar aliados...entre nuestros propios rivales! Muchas de las amenazas que se nos presentarán en la lucha por conquistar nuevos mercados en el extranjero pueden enfrentarse si establecemos una alianza con nuestros competidores. La figura comercial que mejor se adapta a esta estrategia de comercialización, especialmente en el caso de pequeñas y medianas empresas es el consorcio; una alternativa que puede darse por terminada cuando las partes consideren que ya no resulta necesaria o no responde a los intereses propios. Los aliados que comparten intereses pueden unir sus armas para alcanzar un objetivo común, luchar juntos contra el enemigo y aportar cada uno su experiencia de manera tal que se produzca esa sinergia que potencia las posibilidades de triunfo.
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